“Clases de Chapín” de Eduardo Halfon

Editorial: Fulgencio Pimentel

Año: 2017

Páginas: 169

La reedición de algunos libros difíciles de encontrar siempre es una alegría. Si para dicha reedición se ha llevado a cabo una revisión de los textos y además se ha añadido material nuevo, la alegría es doble. Eso es lo que ocurre con Clases de Chapín del guatemalteco Eduardo Halfon (Ciudad de Guatemala, 1971) publicado por el sello Fulgencio Pimentel. El libro recibe el nombre de una de las tres partes que lo conforman. Las otras dos, corresponden a volúmenes de cuentos que el autor centroamericano publicó en nuestro país hace unos años en el sello logroñés AMG y que ahora han sido recogidos en este libro.  Por tanto, el lector se encuentra con una recuperación de material difícil de encontrar de hace casi diez años junto con nuevos relatos en una maravillosa edición gracias al buen hacer de Fulgencio Pimentel. Lo dicho, doble alegría.

Clases de Chapín se divide en tres partes, llamadas “clases”, compuesta por cuatro cuentos cada una. La primera es «Clases de Machete», donde se recogen los relatos inéditos. En estos cuentos ya se encuentran algunos de los temas que vamos a ver tratados en las otras “clases”. El libro comienza con “Mucho Macho” relato donde se dan cita los dos temas fundamentales del libro, la violencia y la infancia. La acción nos muestra a un fotógrafo alemán en medio de la selva guatemalteca que decide fotografiar a una niña. A partir de esta anécdota, Halfon maneja dos claves habituales de su narrativa: el desarraigo y la confusión. El autor reflexiona con un personaje que está fuera de su contexto y que no logra integrarse por el desconocimiento del idioma y de su entorno. Esto es una constante en la narrativa del escritor guatemalteco que lo lleva haciendo en distintas obras, ya sea sirviéndose de equívocos lingüísticos como en el caso del relato “Signor Hoffman” o en la novela Monasterio, donde el personaje protagonista se ve incapaz de insertarse en el entorno sociocultural que le rodea. En esta parte, el lector podrá seguir el hilo temático donde encontramos a niños y niñas que están desprotegidos, vulnerables a cualquier agresión y rodeados de una violencia latente, silenciosa pero muy presente, que impregna todo el ambiente. Basta con leer el relato “Muñequita” para percibir esto que describo. La siguiente parte del libro es «Clases de Dibujo», otra muestra de la concisión del narrador. Se retorna a los temas ya señalados, profundizándose en algunos al insertarse la visión del niño en el cuento “Corazón, no moleste”, uno de los mejores de todo el libro. Se hace ejercicio de memoria en el  magistral “Polvo” y se remata el conjunto con un sugerente encuentro en Lisboa en el relato que da nombre a toda esta parte. Se cierra el volumen con «Clases de Hebreo», la más antigua de las tres. Al igual que le ocurre a las anteriores partes, se abre con un potente relato sobre los fantasmas del nazismo en Guatemala. Un cuento soberbio, donde de nuevo el autor apuesta por una mirada infantil para desentrañar el mundo de los adultos. De forma algo más críptica, continua esta parte para cerrar el libro con “El lenguaje de los elefantes” que si bien es bueno, yo lo sitúo por debajo del conjunto de la obra. En esta ocasión, las confusiones, espaciales y personales, vuelven a ocupar el grueso de la narración.

Eduardo Halfon se muestra más sugerente que explícito, como viene siendo habitual en su prosa. Aborda los temas desde el perímetro acercándose lentamente al núcleo de la historia, interesándose en los detalles y dosificando la información. El lector tiene que permanecer atento, ya que la sutileza es una de las marcas distintivas del guatemalteco. Ya he comentado que los dos temas centrales en la mayoría de los relatos son la infancia y la violencia. Además, no descubro nada pues se menciona en la contraportada del libro. Con su prosa afilada, seca y con vocación de explorador, el autor reconstruye las piezas de pérdidas irreparables, infancias rotas, marcadas a fuego por la violencia y sombras del pasado que se ciernen sobre el presente. A partir de pequeños fragmentos narrativos, el autor plantea un viaje a la realidad vista a partir de su genuino prisma narrativo. No sorprende pero tampoco decepciona al lector.

 Clases de Chapín es un estupendo conjunto de relatos. Eduardo Halfon tiene una narrativa única que marca a fuego en cada cuento. El autor afila su prosa para dejar huella en sus lectores, cada vez más fieles. En la vida, se pueden perder muchas clases pero estas del maestro Halfon son imprescindibles.


2 respuestas a ““Clases de Chapín” de Eduardo Halfon

  1. Cuánto cuesta este espacio publicitario? Incluye la comida de rabo a autores mediocres que siempre escriben el mismo libro o debe ser pagada extra?

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    1. La comida de rabo mejor gratis, que es como realmente se disfruta. Por cierto, no tengo que ver nada con este blog, pero tu comentario me ha puesto realmente cachondo. Ojalá, la literatura diera para tanto. Te veo futuro, dale fuerte.

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