Editorial: Alfaguara
Año: 2013
Páginas: 329
En estos días, el escritor chileno Pablo Simonetti (Santiago de Chile, 1961) está presentando en España su última novela que ha aterrizado en nuestro país de la mano de Alfaguara, sello habitual del autor, dentro de la colección «Mapa de las lenguas». Simonetti es un escritor de éxito, reconocido en su país y avalado por ventas y críticas. Además su intensa labor en el reconocimiento de los derechos de los homosexuales ha hecho que su figura trascienda lo literario. Hace un año nos acercamos a su obra cuando reseñamos Jardín y ahora volvemos a hacerlo con una novela anterior, titulada La soberbia juventud y publicada por Alfaguara.
La soberbia juventud cuenta la historia de Felipe Selden, un atractivo y prometedor joven de la alta sociedad santiaguina que destaca por su carisma y capacidad de atracción. El protagonista se verá inmerso en una inquietante guerra familiar que se saldará con la obtención de una fabulosa herencia. Mientras, el joven tiene constantes dudas sobre su sexualidad, mantiene unas difíciles relaciones con su conservadora familia y se rodea de un variopinto grupo de amigos con el objetivo de ser reconocido socialmente. Todo ello narrado por Tomás Vergara, personaje que comparte algún que otro rasgo con el autor, un exitoso novelista que también cae rendido ante el brillo de Selden. El personaje principal está muy bien delineado, me aventuro a afirmar que algún que otro modelo de la vida real habrá servido de inspiración al autor. Es un joven interesante, inteligente y con posibilidades de convertirse en alguien importante. Sin embargo, ese viaje hacia la cumbre de la pirámide social tendrá un alto precio y, sobre todo, supondrá el acercamiento hacia personajes turbios, lo que se saldará con un resultado más negativo que positivo. Todo ello le servirá a Selden para madurar y encontrar su lugar en el mundo.
Pablo Simonetti plantea el libro como un cruce entre una novela de iniciación y una novela de sociedad. La galería de personajes es bastante completa y no es que se aleje mucho de los tópicos. Desde el amante despechado, la tía frívola o la madre rencorosa, el elenco está cercano al culebrón. Ese es quizás el problema que me generó el libro. En el momento en el que el autor pierde el control sobre determinados personajes, la historia se vuelve algo previsible. Hay personajes que suenan impostados como la insoportable Elvira, cuya superioridad moral haría temblar a Donald Trump. Estos excesos y sobre todo esa cercanía al cliché oscurecen las virtudes de Simonetti como narrador. No hay que negarle su capacidad de enganchar al lector con una historia mil veces contada. Es un escritor pulcro que sabe dotar de ritmo a sus historias y que tiene claro lo que va a contar. Otra cuestión sería si el resultado final está a la altura de lo inicialmente planeado. Si el lector se encuentra al comienzo con una historia sobre la madurez, el peso de la familia y la necesidad de reconocimiento de nuestros iguales, al acabar el libro parece concluir una historia de secretos de alcobas y de intrigantes de medio pelo con un toque melodramático. Los altibajos lastran la historia, especialemente con personajes vitales en unas partes, que se diluyen en otras por completo. El cierre es correcto porque repito, Simonetti es un escritor con talento.
La soberbia juventud es una historia sobre cómo madurar es un proceso de derrotas y victorias que sirve para forjar nuestro carácter. Sin ser el mejor libro de su autor, no desmerece una lectura. Pablo Simonetti puede ofrecer mejores libros ya que no le falta ni oficio ni capacidad para ello.
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