“Aleksandr Solzhenitsyn” de Lolita Copacabana

Editorial: Barrett

Año: 2019

Páginas: 217

Creo que uno de los motivos por los que cree el blog fue para hablar de los autores y autoras que me gustan. Sin embargo, con el paso del tiempo, el blog se ha convertido en un lugar perfecto para conocer nuevas voces de la literatura hispanoamericana y leer obras que en circunstancias normales no habría conocido. Dentro de ese lugar podría situar a la editorial Barrett, que conocí gracias a mi librero de confianza. Su apuesta por una literatura distinta y diversa ha sido aplaudida de diversas formas y en este espacio he reseñado algunas de sus obras más conocidas. La de hoy es justamente lo contrario. Una novela peculiar y diferente que no se cuenta entre lo más reconocido de su catálogo. Me refiero a Aleksandr Solzhenitsyn de la argentina Lolita Copacabana (Buenos Aires, 1980)

Aleksandr Solzhenitsyn cuenta la historia de la joven actriz Lindsey Lohan y la madre de Elle Fanning. Ambas han tenido sendos accidentes de tráfico y con el fin de evitar un juicio, y las consecuencias de derivadas de este, deciden hacer trabajos para la comunidad y un curso de educación vial. Las protagonistas, nada tienen que ver con los referentes de la cultura popular que todos y todas conocemos, sencillamente comparte nombre en el caso de Lohan y parentesco familiar inventado con Fanning. Vemos a ambos personajes, por separado, llevar a cabo su día a día que en parte se ve alterado por sus accidentes. Esta falsa cotidianeidad compartida con los personajes y la fantasía de que ambas se crucen en algún momento, son dos de los aspectos fundamentales de la trama. Las historias están separadas entre sí y parte del juego de expectativas (algo presente desde el propio título del libro) de la obra es la posibilidad de que ambos relatos puedan converger en algún momento. Conforme avanza la obra y la autora más juega con la posibilidad, más acaba decayendo el relato. El final, algo precipitado aunque lógico dentro de la dinámica de la narración, me acabó resultando decepcionante.

Lolita Copacabana utiliza una serie de recursos que buscan desconcertar al lector desde el comienzo. Me refiero a la utilización de nombres de celebridades en los distintos personajes, no sólo las dos protagonistas, la inclusión de un lenguaje burocrática y distante en muchas partes de la obra, el peso de lo jurídico en la trama o la inclusión de la ciudad de Buenos Aires como un escenario algo surrealista y esquivo. Esto último no hace sino reforzar la singularidad de la obra que desde el principio hasta el final. Destila una energía diferente que conecta con el lector, no tanto en la solidez de la trama con en los instrumentos que utiliza para desarrollar la misma. Con un humo peculiar, Copacabana va tejiendo un relato en apariencia tedioso pero jalonado de pequeños destellos de absurdo que tan bien se relacionan con el mundo jurídico y burocrático.

Aleksandr Solzhenitsyn es una novela que resulta inclasificable en su apuesta por contar las (no) aventuras de dos mujeres tras un accidente de tráfico. En los distintos pasajes de la obra asoma lo extraño que puede resultar la vida misma cuando nos paramos a mirarla con detenimiento. Sin llegar a encantarme sí que me deja ganas de volver a entrar en mundo literario de Lolita Copacabana.


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