Editorial: Eterna Cadencia
Año: 2023
Páginas: 76
El fallecimiento de la escritora Sylvia Molloy (Buenos Aires, 1938 – Long Island, 2022) fue una triste noticia que coincidió con la recuperación de parte de su obra por la editorial argentina Eterna Cadencia. El sello llevaba un tiempo reeditando sus libros y dándoles el lugar que merecían dentro del panorama editorial español. Radicada en los Estados Unidos y con una larga carrera como académica y traductora, Molloy escribía una primera obra, En breve cárcel, a comienzos de los años ochenta y no retomaría la ficción hasta El común olvido, publicado a comienzos del siglo XXI. Entre ambos libros se había dedicado con notable éxito al ensayo académico y a desempeñar su labor como docente universitaria en instituciones tan prestigiosas como Yale o Princeton, donde obtuvo el puesto de docente. Su retorno a la ficción supondría la publicación de varios libros más hasta su fallecimiento. El que hoy me ocupa es la última obra que estaba preparando la autora antes de fallecer. Ha sido publicada de forma póstuma, lleva por título Animalia y lo publica Eterna Cadencia, tal y como comentaba al comienzo del párrafo.
Animalia es una obra compuesta de capítulos breves donde la autora cuenta pequeñas historias vinculadas con los animales. En ellas se narra la singular relación que desde que era una niña mantuvo con el mundo animal y cómo esta fue evolucionando a lo largo de su vida. Aunque son varios los animales que desfilan por los relatos, los gatos son los que mayor presencia tienen en las páginas del volumen. Al igual que ocurría en Varia Imaginación, Molloy utiliza la anécdota, en este caso sobre mascotas, para ir relatando su vida y los cambios que hubo en ella. El recuerdo funciona como una suerte de pequeña ventana que nos muestra la trayectoria de la autora, así como pequeños detalles de su cotidianeidad y de su vida familiar. Se divierte rememorado y lo hace aún más al construir el recuerdo en forma de relato e introducir cierto tono crítico o indulgente a los acontecimientos que narra. Hábil en la construcción de los cuentos, Molloy da la sensación de contar una pequeña anécdota sin mayor trascendencia. Solo conforme avanzamos la obra se percibe un retablo mayor donde insertar esos fragmentos nada casuales. Los animales, anhelados en una infancia sin mascotas, acaban por transformarse en miembros fundamentales de la vida adulta de la escritora. Su importancia queda plasmada en estas páginas que, sin llegar la brillantez de otros libros, acaban por acercarnos a una faceta desconocida de una de las narradoras más importantes de la literatura argentina de las últimas décadas.
Animalia es un singular libro autobiográfico. A partir de la relación con sus mascotas, tanto las que tuvo como las que quiso tener, Sylvia Molloy nos habla de s misma, de su familia y de su vida. En estas páginas se añora por igual a la escritora argentina como a los animales que nos han acompañado a lo largo de nuestra vida.
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